De la indiferencia al Orgullo: La transformación de San Nicolás

“Desde el 2013, soy un usuario activo del sistema de carpooling. Para aquellos que no están familiarizados con este término, el carpooling (car: auto – pool: muchos) es una comunidad de viajeros sin fines de lucro que deciden unirse para compartir los gastos de viaje desde un destino A hacia un destino B, con el objetivo de reducir costos, disminuir la contaminación de dióxido de carbono y evitar los problemas asociados con los altos precios y los retrasos de las empresas de transporte de larga distancia, además de evitar tener que llegar a la Terminal de Ómnibus de Retiro.

Desde aquel año, he conocido a muchas personas de San Nicolás que han vivido en Buenos Aires durante mucho tiempo debido a motivos educativos, laborales o personales. En cada viaje de ida a San Nicolás o de regreso a Buenos Aires, todos coincidíamos en lo siguiente: “no me gusta San Nicolás”, “vuelvo por mi familia o amigos”, “el centro es caótico”, “es oscura e insegura”, “me siento más seguro caminando por Buenos Aires”, “tenemos un balneario abandonado, es agua estancada, no hay un río donde mojarnos los pies”. Podría enumerar muchas más opiniones similares.

El resultado, y lo digo sin ningún tipo de vergüenza porque es la verdad, es que ninguno de nosotros, los que viajamos los fines de semana, nos sentíamos orgullosos de nuestra ciudad. Amábamos nuestro lugar de nacimiento por la familia, amigos y el club, por los recuerdos, pero la infraestructura y el desarrollo urbano de la ciudad, así como las propuestas recreativas, culturales, deportivas y gastronómicas, parecían haber quedado en los años 90. Todo era gris y lúgubre.

Podrían decir que nuestros padres no hicieron nada cuando estuvieron al mando del municipio. No lo sé. Lo que sí sé es que pertenezco a una generación que siempre mira hacia adelante, que no se detiene ante nada y que tiene la mirada puesta en el futuro.

Y es esta generación de jóvenes, con Manuel y Santiago Passaglia a la cabeza, la que ha logrado transformar la realidad de la ciudad de San Nicolás en comparación con las opiniones que se tenían hace diez años. Ahora, los habitantes de San Nicolás se sienten orgullosos de su ciudad, e incluso muchos de los nicoleños que habían dejado la ciudad decidieron regresar durante la pandemia. Lo más valioso de todo, en mi opinión, es que este cambio se ha producido en muy poco tiempo, lo que demuestra que se trabaja día a día para construir una ciudad más hermosa, diversa y segura.

No enumeraré todas las obras públicas, sanitarias, culturales, deportivas y recreativas que se han realizado, ya que son ampliamente conocidas. En todos los barrios se han realizado modificaciones, no solo en el centro. Seguramente, a pocos metros de distancia, se puede encontrar alguna obra, una calle pavimentada, una plaza puesta en valor o un mirador.

Por supuesto, todavía queda mucho por hacer, siempre hay aspectos a mejorar, pero no solo debemos criticar cuando las cosas se hacen mal. También debemos celebrar cuando las cosas se hacen bien.

La ciudad tiene un nuevo desafío en los próximos 4 años, y sé que no será una tarea sencilla pero tampoco imposible: ganar terreno en el turismo interno y posicionarse como una opción destacada entre las ciudades de la provincia para realizar escapadas de fin de semana.

El turismo interno es fundamental para el crecimiento de una ciudad y para evitar depender únicamente de la industria. Creo que el punto de partida para lograr esto fue dirigir la mirada de la ciudad hacia el río, con proyectos como Barranquitas y El Arenal.

Siento y reflexiono que el municipio es como una especie de carpooling, trabajando de manera conjunta para el beneficio de todos los nicoleños. Conoce el punto de partida y el destino hacia el cual se dirige.

Por todo lo expuesto, porque siempre menciono a mi ciudad en Implacables (El Nueve), porque conozco a miles de famosos que son devotos de la Virgen o tienen parientes en San Nicolás, porque mucha gente disfruta de las historias que comparto cada vez que visito la ciudad y por el orgullo que siento hoy por mi ciudad, he decidido darle difusión en mi propia página web. ¡Aguante San Nicolás!”