Tres de cada diez personas logran llegar a los 30 años de aportes para su jubilación
En los primeros tres meses del año, un total de 115.757 personas se jubilaron o pensionaron a través de la ANSeS, según datos de la Seguridad Social.
De este grupo, 88.212 personas (equivalente al 76,2%) accedieron a la jubilación gracias a las moratorias, mientras que 27.545 personas (23,8%) lo hicieron sin necesidad de recurrir a ellas, al cumplir con los 30 años de aportes requeridos.
La falta de los 30 años de aportes necesarios se debe mayormente a trabajos informales, donde los empleadores no los registraron.
Sin la moratoria, entre 7 y 8 personas no hubieran podido jubilarse por el Régimen General, lo que señala un posible escenario futuro si el proyecto de ley es convertido en ley por el Senado.
El año pasado, de las 481.444 altas de jubilaciones, cerca del 86% (416.482 personas) se acogieron a la moratoria, siendo en su mayoría mujeres (259.225).
En particular, la mayoría de las mujeres se jubiló entre los 60 y 62 años de edad (209.318), destacando que muchas trabajaron en la informalidad, como en el caso del personal de Casas Particulares, donde más del 70% no está registrado.
En 2023, la mayoría de los que se jubilaron por moratoria tuvieron menos de 14 años de aportes efectivos desde 1994, siendo mayoritariamente monotributistas o trabajadores en el sector privado.
En adelante, las mujeres deberán esperar hasta los 65 años para jubilarse si no cumplen con los años de aportes efectivos. Podrán optar por la Pensión al Adulto Mayor (PUAM) o la Prestación de Retiro Proporcional, donde el haber dependerá de los años aportados.
La Prestación de Retiro Proporcional (PRP) se crea como un régimen permanente, delegando en el Poder Ejecutivo fijar sus parámetros y condiciones.
Debido a los pocos años de aportes de quienes se jubilaron por moratoria, se prevé que el haber inicial de la PRP sea bajo, con un piso equivalente al valor de la PUAM, que en mayo es de $152.113.
La PUAM, además, no otorga pensión por viudez y se adquiere si se demuestra vulnerabilidad social. Los jubilados por el Régimen General pueden trabajar en forma registrada y cobrar la jubilación, pero con la PUAM no se permite trabajar en relación de dependencia formal ni por cuenta propia registrada, excepto para los adheridos al monotributo social, categoría que quedaría derogada según lo aprobado por Diputados.
