Turbia maniobra de fuga de divisas al exterior descubierta por la Aduana Argentina
En el marco de la causa 452/23, bajo la supervisión del Juzgado Nacional en lo Penal Económico N° 2, presidido por el juez Pablo Yadarola, ha salido a la luz una compleja maniobra delictiva. La misma involucra la simulación de importaciones mediante el uso de documentación falsa y Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) apócrifos, con el único propósito de sacar divisas del país.
De acuerdo con los informes de la Aduana, la investigación se inició a raíz de un análisis cruzado de los giros de divisas realizados a través de bancos con las importaciones que, en realidad, nunca se llevaron a cabo por parte de los falsos importadores. Este análisis reveló la existencia de SIMIs falsos, los cuales se presume fueron generados con la colaboración de personal vinculado al sector de comercio exterior en diversas entidades financieras y bancarias.
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La Aduana también destacó que los fondos transferidos al exterior como resultado de estas falsas importaciones se dirigieron a 146 empresas estadounidenses de cuestionable legitimidad, en su mayoría Limited Liability Companies (LLCs) con sede en Delaware y La Florida, y que están vinculadas a ciudadanos argentinos.
La entidad a cargo de Guillermo Michel comunicó que la situación fue puesta en conocimiento de Homeland Security Investigations para recopilar información sobre las empresas en Estados Unidos y obtener detalles sobre los beneficiarios finales de las empresas registradas en ese país.
Es importante mencionar que el sistema SIMI carecía de un mecanismo de seguimiento eficaz en lo que respecta a la concordancia entre los giros de divisas y las importaciones reales de mercancías. Esta carencia se ha abordado mediante la implementación del Sistema de Seguimiento de Importaciones y Exportaciones (SIRA), que incorpora un sistema de análisis cruzado y una cuenta corriente con el Banco Central de la República Argentina.
La Aduana señaló que en algunos casos, despachos de estudios contables y bufetes legales estaban involucrados en la creación de empresas ficticias, mientras que en otros casos se ofrecía aumentar la capacidad financiera de quienes enviaban las divisas al exterior.
En cuanto a las empresas implicadas, muchas de ellas no estaban habilitadas como importadoras o exportadoras legítimas, y fueron incorporadas fraudulentamente en la base de usuarios de comprobantes apócrifos, creadas específicamente para llevar a cabo estas actividades ilegales.
La denuncia presentada se enmarca en los artículos 864 inciso b) y 865 inciso f) del Código Aduanero, y la Aduana se ha unido como parte querellante en el caso.
