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Diabetes tipo 2 asociada con enfermedad cardiovascular y/o renal

1 de cada 11 Argentinos tiene glucemia elevada o Diabetes tipo 2 y de estos, aproximadamente el 40% tienen asociadas enfermedad cardiovascular y/o renal.

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Desde hace ya más de tres décadas, el mundo entero asigna un día al año para concientizar sobre un tema clave de salud pública que, a su vez, afecta la calidad de vida de cientos de millones de personas: por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, desde 1991, el 14 de noviembre se recuerda la importancia de conocerprevenir y tratar una de las patologías más comunes y difundidas: la Diabetes Mellitus

Pero ¿por qué dedicar una fecha a difundir una enfermedad? La respuesta es que afecta a muchísimas personas: según datos recientes de la federación internacional de diabetes (IDF), 537 millones de adultos en todo el planeta tiene diabetes mellitus. Como se trata de una situación de salud que evoluciona de forma silenciosa durante años, sin generar síntomas notables, se calcula que casi la mitad de quienes ya la padecen aún no lo saben. Y, lo más complejo, es que estas cifras van en aumento: los epidemiólogos calculan que para el 2045, 783 millones de personas vivirán con una patología que, irónicamente, es prevenible y tratable.

La Argentina no está a resguardo de este fenómeno global: según los datos publicados en la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada por el Ministerio de Salud, 1 de cada 11 Argentinos tiene glucemia elevada o Diabetes tipo 2 y de estosaproximadamente el 40% tienen asociadas enfermedad cardiovascular y/o renal.

Sabemos por numerosos estudios poblacionales que la incidencia de la diabetes está creciendo en el mundo y también en Argentina“, explica la doctora Carla Musso, endocrinóloga y coordinadora de la sección Diabetes en la Fundación Favaloro. “La última encuesta hecha en 2018 por las autoridades de salud, concluyó que el 12,7% de todas las personas de más de 20 años informan tener diabetes. Si recordamos que el porcentaje de afectados va aumentando con el paso de la vida, nos encontramos con que 1 de cada cinco mayores de 65 años (20%), o más, tiene diabetes“.

Para completar este complejo panorama epidemiológico, Musso recuerda que “también estamos viendo con mayor asiduidad en los consultorios, casos de chicos y de adolescentes con diabetes tipo 2, algo que no era común hasta hace unos pocos años“. La razón de este fenómeno es que, en dicho grupo etario, por diversas cuestiones sociales, están creciendo las tasas de sobrepesoobesidad y sedentarismo, todos factores que se asocian directamente con un aumento de la incidencia de diabetes.

Llegar tarde

Otro fenómeno que caracteriza hoy a esta patología es que muchas personas conocen su diagnóstico en forma tardía. “Cuando se enteran, a veces por casualidad, por ejemplo, tras un examen preocupacional o de rutina, pueden ser asintomáticos o tener síntomas leves, tener problemas cardiovasculares, una retinopatía significativa, nefropatía u otras complicaciones en curso“, advierte Aranguren. Y recuerda que hay estudios hechos en pacientes con diagnóstico reciente de diabetes, que comprueban que entre un 20% y 25 % de dichos casos ya posee algún grado de enfermedad renal. Algo similar ocurre con la retinopatía, es por eso que resulta crucial la búsqueda activa de la enfermedad en población de alto riesgo.  

Entre las dos “consecuencias” principales asociadas al avance de la enfermedad sin el control adecuado figura el hecho de que facilita la aparición de enfermedades cardiovasculares (ECV) y renales. Por eso la experta de la Fundación Favaloro advierte que “entre las personas con diabetes, la primera causa de muerte es la ECV y la Diabetes Mellitus continúa siendo la principal causa de ingreso a diálisis crónica en Argentina y Latinoamérica”.

Por otra parte, se considera que la diabetes es ya la segunda causa de discapacidad general. “Esto en parte ocurre por la gran cantidad de pacientes que terminan en diálisis por falla renal, con amputaciones en alguna extremidad inferior o desarrollando una retinopatía que les podrá provocar ceguera“, asegura Aranguren, quién también es directora de la Diplomatura en Riesgo Cardiometabólico y Renal en Diabetes de la UCES. 

Causas del aumento de casos

Nuestro país no está al margen del fenómeno global que muestra una paulatina y constante alza en la prevalencia de esta enfermedad: en la mayoría de los países la DM2 se presenta como “epidemia” y las causas del incremento de casos están relacionadas con tres principales puntos:

  • El aumento de prevalencia de sobrepeso y obesidad (situaciones que se ven favorecidos por la mala alimentación), 
  • El sedentarismo y la falta de actividad física.
  • El fenómeno demográfico del crecimiento y envejecimiento de la población.

En resumen, diversas circunstancias sociales, económicas y culturales que se combinan para encuadrar hoy a la DM2 como una enfermedad con alto impacto y con un peso creciente sobre la salud pública, situación que tiende a empeorar.

¿Qué hacer?

Para la Dra. Aranguren, la mejor forma de encarar medidas contra esta epidemia es que el médico y el paciente formen un equipo, capaz de trabajar unido en la mejora real del manejo de la diabetes y sus síntomas asociados para lograr reducir la carga de esta enfermedad. Por otro lado, favorecer el diagnóstico temprano de las complicaciones más frecuentes como la ECV y Enfermedad Renal son hoy una prioridad.

Finalmente, Musso menciona que en nuestro país “tenemos como materia pendiente mejorar el acceso a los tratamientos más efectivos, mejorar las campañas de concientización general y trabajar educando a los profesionales de la salud, para que conozcan mejor todas las herramientas terapéuticas que tenemos“.

Diabetes y enfermedad cardiovascular

De acuerdo con lo que menciona Aranguren, los factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2 sonentre otros, la mala alimentación y el sedentarismo que a su vez conducen al  sobrepeso y la obesidad. Esos mismos son, también, factores de riesgo para hipertensión arterialdislipidemia (colesterol elevado) y enfermedad renal.

De hecho, según la directiva de la SAD, el 94% de los pacientes con diabetes tienen además otros factores de riesgo cardiovascular. Por eso proponen que, para lograr una atención integral de este problema de salud pública, “médico y pacientes deben tener como objetivo no solo disminuir la concentración de glucosa en sangre apuntando a valores normales, sino que apuntar a la ‘triple meta’ que consiste en lograr valores adecuados de presión arterial y colesterol además de la glucemia“.

Si se aplican correctamente los recursos y los mecanismos preventivos que ya conocemos y que son de probada eficacia es posible, aseguran todos los expertos, cambiar el curso de esta enfermedad y asegurar a las personas con diabetes una buena calidad y una larga expectativa de vida.

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