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Glutamato monosódico: ¿en qué alimentos está escondido? ¿es perjudicial para tu salud?

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Famosos programas de cocina de la televisión han hecho más popular si cabe al glutamato monosódico, un aditivo (una sal) que se emplea en muchas cocinas industriales como potenciador del sabor, dando la sensación de mayor palatabilidad de los productos, aunque también se encuentra en productos que no podemos parar de comer, como las patatas fritas. ¿Sabés por qué?

En una entrevista con Infosalus, Jesús Velasco, especialista en Nutrición y Dietética del Hospital Victoria Eugenia de Sevilla, de Cruz Roja Española, explica que este aditivo, que puede identificarse en las etiquetas de los productos por ejemplo como ‘E-621’, puede inducir a un consumo más descontrolado de estos productos, tanto en la cantidad que se consume, como en la conducta de volver a consumirlo a corto plazo.

Se encuentra, según indica, dentro de los productos procesados, como algunos embutidos, golosinas, pastelería industrial, papas fritas, sopa, aceitunas, o incluso en los gusanitos de los niños.

En concreto, subraya que es un aditivo que se echa a las comidas para potenciar el sabor y favorecer la palatabilidad y apetencia de la comida. “Sobre todo en la industria para favorecer el sabor de sus productos y aumentar su venta y consumo. Y es muy típico en la cocina oriental, en los wok, en los noodles, usan este tipo de sal o aditivo en la elaboración de platos para que se goce de un mejor paladar a la hora de consumirlo”, insiste el experto.

En cuanto a los nombres, abreviaturas o nomenclaturas más habituales en los que podemos encontrarlo éstas son, según enumera: ácido glutámico, extracto de evadura, proteína hidrolizada, GMS, MSG, caseinato o E-621.

¿ES SEGURO PARA LA SALUD?

Este dietista-nutricionista asegura que hoy en día es seguro su consumo, no es peligroso, si bien es perjudicial para nuestra salud, no es saludable. Por ello, Velasco aconseja consumirlo lo menos posible, es más, no ve prudente consumirlo más que de forma “muy esporádica”, entre otras razones porque considera que su consumo habitual podría acostumbrar al paladar a sabores no convencionales, y producir en consecuencia rechazos en sabores más habituales y presentes en alimentos sanos.

Aunque hasta la fecha sea una sustancia segura, el experto del Hospital Victoria Eugenia de Sevilla dice que se requieren más estudios sobre ella y sobre la influencia a medio y largo plazo en nuestra salud y conducta alimentaria.

“Ahora mismo por el momento no hay evidencia clara sobre que sea perjudicial para la salud. La OMS recomienda reducir su consumo de forma preventiva porque se desconoce mucho cómo puede llegar a influenciar en la salud. Por ello, se recomienda no consumirlo mucho más que nada porque va asociado a muchas cosas, a productos muy procesados o ultraprocesados. Se puede comprar en tiendas de alimentación oriental”, aclara.

Con ello, el dietista-nutricionista considera que la mejor manera de evitarlo es llenando la cesta de la compra de productos frescos, y lo menos procesados posibles, primando sobre todo las verduras, frutas, legumbres, huevos y/o pescados.

Otro aspecto que resalta Velasco es que se relaciona con el “‘síndrome del restaurante chino”, caracterizado por enrojecimiento, sudoración, dolor de cabeza y mareos, síntomas que se desarrollan tras su ingesta, aparentemente, y en aquellas personas con una mayor sensibilidad a este compuesto.

Así con todo, el experto del Hospital Victoria Eugenia de Sevilla destaca que, a pesar de su extendida utilización en la cocina, no es necesario para las comidas, y por ello, reitera que hay que intentar buscar siempre una compra lo menos procesada posible, donde la mayor parte de la cesta esté protagonizada por productos frescos, y donde se intenten evitar los ultraprocesados y procesados.

“La compra debe ser un 80% productos frescos. Otro aspecto de los productos con glutamato es que muchas veces tienen un precio barato, lo que sumado a sus características apetecibles al paladar, se suelen comprar con más facilidad. Es abrir un paquete y cogerte una patata, y ya, sin cocinado ni tiempo de cocinado detrás para darle sabor”, sentencia Velasco.

En cuanto a su relación con el umami o quinto sabor, el dietista-nutricionista sostiene que lo que hablan los expertos es que tiene una relación directa con él porque sobre todo en la población oriental se usa como quinto sabor, como potenciador del sabor en alimentos, lo que favorece su apetencia.

Fuente: Europa Press

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